
El conjunto que en ese momento dirigía Diego Simeone era cuestionado entre otras cosas por su falta de juego, por su actitud defensiva y porque en casi todos los partidos el arquero Juan Pablo Carrizo era figura. Párrafo aparte merece la increíble eliminación en octavos de final de Copa Libertadores frente a San Lorenzo en el Monumental. Como si fuera poco, había que agregarle a esto un problema con el que la dirigencia riverplatense cargó durante bastante tiempo:Ariel Ortega. El Burrito estaba en plena recaída de su problema con el alcohol y Simeone lo separó del palntel para ese semestre.
Sa sa llegó a préstamo por un año y medio a cambio de un millón de dolares y con opción de compra, cedido por el grupo empresario liderado por Fernando Hidalgo. La llegada del nueve que Simeone quería para reemplezar a Sebastian Abreu, era el refuerzo top del mercado de pases.
Pero lejos estuvo de serlo. Disputó 16 partidos con la camiseta millonaria y sólo logro marcar 2 goles. Fue un paso frustrante, que encima se vio todavía más arruinado porque River en ese torneo terminó último por primera vez en su historia.

Pero la dirigencia puso sus ojos en Cristian Fabianni, que en ese momento jugaba en Newells y Salcedo entró sin querer en la negociación. Fue obligado a ser moneda de cambio para que el Ogro pudiera llegar a Nuñez, y de esta manera volvió a Rosario, dejando el club en el que llegó como figura y se fue practicamente echado por lo dirigentes.
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