Siendo uno de los pocos clásicos que quedan en primera división, se esperaba con mucha espectativa la visita de Lanús al Florencio Solá para enfrentarse al Banfield de Ricardo LaVolpe.Las realidades de cara al partido eran distintas.El Grana venía de vencer a Godoy Cruz como local, mientras que su rival había caído ante San Martín en San Juan.
En los primeros minutos, el Taladro, que lidera holgadamente el historial entre ambos, salió a buscar el arco de Agustín Marchesín.Tal es así que antes del minuto Marcelo Quinteros exigió al uno visitante con un remate que se le colaba por arriba. Fueron muy difíciles para el equipo de Schurrerlos primeros minutos.Era superado por todos lados, sobre todo por las bandas donde Nicolás Tagliafico y Alejandro Delfino, llegaban siempre al fondo con comodidad.
La superioridad de Banfield se plasmó en el marcador a los siete minutos, cuando Delfino puso la pelota en el área y Paolo Goltz la cabeceó sin querer contra su arco, transformándolo en el 1-0.
El resultado a pesar del poco tiempo que se llevaba de juego , era merecido para un equipo que había ahogado a su rival a tal punto de que sus delanteros Mario Regueiro y Mariano Pavone,prácticamente no habían tocado la pelota.Valeri pasaba inadvertido, la pelota no le llegaba y era absorvido por un mediocampo Verdiblanco muy activo desde el primer minuto.
El panorama era más que complicado para el visitante.Y para que los disgustos fueran mayores , Carlos Araujo se retiró lesionado un minuto después del gol, En su lugar ingresaría Diego Gonzalez, pasando Eduardo Ledesma a jugar en la posición del ex jugador de Newells.
Casi un cuarto de hora tardó Lanús en acercarse al arco de Cristian Luchetti.Apenas un remate de Guido Pizarro que se fue desviado.A partir de la ventaja ,Banfield se retrasó en el campo y dejó crecer a Lanús.Comenzó a dividir la pelota, con pelotazos para un solitario Facundo Ferreyra. Los laterales dejaron de pasar al ataque y el medio campo cesó en la presión.
Lanús comenzaba a encontrar de a poco su juego y se iba acercando al empate, ayudado por un rival que pareció conformarse con la ventaja. Y a los 25 minutos , el empate iba a llegar. Valeri tomó una pelota perdida en el medio habilitó magníficamente a Regueiro , quien se la sirvió de cabeza al Tanque Pavone, y su definición cruzada ante la salida del Luchetti se transformó en la paridad, un tanto justa para el desarrollo hasta ese momento.
Fue un golpe psicológico que Banfield no acusó y del que no se pudo recuperar. El partido cambió de dueño. Lanús sintió el impacto del empate de manera positiva y siguió presionando en campo rival.Y antes del descanso iba a lograr remontar el resultado. Valeri ejecutó muy bien un córner desde la izquierda y la pelota encontró la cabeza del central Carlos Izquierdoz para convertirse en el 2-1 parcial.
El juego que carecía de grandes ocasiones de gol y de gran juego, se había vuelto vibrante por el ida y vuelta en el resultado.El Taladro de La Volpe se fue al descanso sabiendo que en el complemento tenía la obligación de asumir el protagonismo del partido.
El técnico hizo ingresar al lateral Ariel Broggi en lugar de Damián Toledo . El segundo tiempo fue muy chato. Lanus imitó a su rival y con la ventaja que había conseguido se replegó en su campo y dejó a Pavone como única alternativa para una posible contra. Banfield llegaba a tres cuartos y se quedaba sin ideas.El único que parecía enchufarse era Jonathan Gómez, pero la falta de compañía,lo dejaba a la deriva.
Los ingresos de Jorge Achucarro y Maxi Laso fueron manotazos de ahogado del entrenador, mientras Ferreyra se mantenía como única punta tratando a aguantar todo lo que le tiraban y luchando contra los centrales rivales. Banfield iba a tener el empate en la cabeza del Chucky,pero otra vez Marchesin que ya había aparecido en el comienzo de la tarde, evitó que su cabezazo a quemarropa fuera gol.
Después de eso ,poco más para destacar.Forcejeos ,caídas, todo muy luchado.Le costó al Taladro disponer de una chance tan clara como la de Ferreyra. Sobre el final, una innecesaria patada de Delfino a Mauricio Pereyra, dejó a su equipo con un jugador menos.
Sergio Perzzota pitó el final y la alegría fue 100% Granate, ya que volvió a ganar el clásico luego de mas de 2 años. La última alegría fue en el Apertura 2009, también como visitante, 1-0 con gol de José Sand para el equipo que en ese momento dirigía Luis Zubeldía.
Los jugadores de Banfield se fueron aplaudidos por el esfuerzo, pero con la bronca porque esta derrota no es una derrota más, sino una caída contra el rival de toda la vida, al que igualmente aventaja por 12 partidos.