El vaso se está llenando

La impaciencia futbolera del hincha se hace cada vez un problema más grave. No iba ni media hora del primer tiempo y Chaca ya perdía 1-0. Mientras en la cancha al Fune no se le caia una idea y el Lobo empezaba a gestar lo que sería una goleada, en la popular local empezaban a sentirse los primeros gestos de hostilidad. Cantos contra los jugadores y la típica impaciencia que sobresale en un ambiente tan caldeado como el que vive Chaca hoy. Uno de los más castigados fue Sebastian Ereros que desperdició dos chances claritas cuando el partido estaba 1-0.
El segundo gol, en el  que mucho tuvo que ver Tauber fue la gota que rebalsó el vaso para los simpatizantes locales. El tercero, ya sobre el final, fue para decorar el ambiente. No se hicieron esperar los insultos y los silbidos ni bien terminó el juego para los del Chulo. Algunos se lo bancaron, otros como Franco Dolci se descargaron contra la platea realizando algunos gestos inapropiados. Luego el mismo Dolci salió a pedir disculpas.
Chaca tiene tres puntos en cuatro partidos y si bien el comienzo no es bueno, lo realmente procupante es como puede ser el final. El promedio acecha muy de cerca, y la realidad no ayuda mucho. El clásico con Atlanta será muy importante.